jueves, 24 de octubre de 2013

El desperdicio de lo bueno

Cuando uno viaja a otra ciudad, ya sea de España o el extranjero, observamos la de cosas que se podrían mejorar en Sevilla. En mis viajes he observado sistemas de transportes públicos envidiables, zonas ajardinadas cuidadas y sobre todo, calles más limpias, que  seguramente sea luego,  lo que más valoramos los sevillanos en otras ciudades. Curioso es esto último, ya que disponemos de sistemas alternativos  limpios que, a veces, no parecemos valorar. 


En la zona Norte de la ciudad y en el casco histórico disponemos desde el año 2001 del sistema de recogida neumática de basura que libera las calles de olores y molestias causadas por la ocupación de contenedores en el viario, reduciendo el espacio a simples buzones. A pesar de todas las ventajas que presenta, en algunos buzones vemos como la basura se encuentra a los pies de éstos amontonada debido a que el ciudadano no se molesta en abrir la tapa o utilizar una bolsa más reducida. En consecuencia,  LIPASAM debe de dedicar tiempo a quitar los residuos no arrojados con el supeditado gasto público que esto conlleva. Es por ello, que ahora se están sustituyendo los buzones por unos más cómodos para que todos hagamos uso de un sistema que con su correcto funcionamiento nos ahorraría mucho tiempo y dinero.




A todos aquellos que disponen cerca de su casa de este sistema hay que decirles que los foráneos que nos visitan, aparte de quedar maravillados por la Giralda, Catedral o Torre del Oro, también les gustaría llevarse a su ciudad algunos de estos buzones grises que pueblan las calles del Centro de la nuestra. Debemos saber qué cosas buenas tenemos y aprovecharlas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario