Cuando uno viaja a otra ciudad, ya sea de España o el extranjero,
observamos la de cosas que se podrían mejorar en Sevilla. En mis viajes he
observado sistemas de transportes públicos envidiables, zonas ajardinadas cuidadas
y sobre todo, calles más limpias, que
seguramente sea luego, lo que más
valoramos los sevillanos en otras ciudades. Curioso es esto último, ya que disponemos
de sistemas alternativos limpios que, a
veces, no parecemos valorar.
En la zona Norte de la ciudad y en el casco histórico disponemos desde el
año 2001 del sistema de recogida neumática de basura que libera las calles de
olores y molestias causadas por la ocupación de contenedores en el viario,
reduciendo el espacio a simples buzones. A pesar de todas las ventajas que
presenta, en algunos buzones vemos como la basura se encuentra a los pies de éstos
amontonada debido a que el ciudadano no se molesta en abrir la tapa o utilizar
una bolsa más reducida. En consecuencia, LIPASAM debe de dedicar tiempo a quitar los
residuos no arrojados con el supeditado gasto público que esto conlleva. Es por
ello, que ahora se están sustituyendo los buzones por unos más cómodos para que
todos hagamos uso de un sistema que con su correcto funcionamiento nos
ahorraría mucho tiempo y dinero.
A todos aquellos que disponen cerca de su casa de este sistema hay que
decirles que los foráneos que nos visitan, aparte de quedar maravillados por la
Giralda, Catedral o Torre del Oro, también les gustaría llevarse a su ciudad
algunos de estos buzones grises que pueblan las calles del Centro de la
nuestra. Debemos saber qué cosas buenas tenemos y aprovecharlas.
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