martes, 24 de junio de 2014

La movilidad como uso electoral

La semana pasada entró en vigor una de las medidas municipales mas impopulares desde que Zoido llegó a la alcaldía, la zona azul. Esta modalidad de estacionamiento implantada en varias zonas de la ciudad está siendo verdaderamente polémica en los barrios afectados, y constantemente las redes sociales se llenan de publicaciones reacias a esta medida. Mientras tanto los partidos de la oposición que privaron de ir al centro en vehículo privado, buscan como arañar votos para el próximo año haciendo uso de la poca conciencia ciudadana en la cual el uso del transporte público no es aceptado como medio para desplazarse.

Sevilla, como cuarta ciudad española con mas tráfico según un estudio reciente, necesita medidas drásticas a los problemas de movilidad y de ocupación que sus calles padecen. En una ciudad donde parece que la única solución es finalizar la red de metro, este no llega y la congestión de los vehículos de cuatros ruedas se hace cada vez mayor a pesar del impulso dado a la bicicleta años atrás y a TUSSAM por parte del actual gobierno. Para muchos afectados de Nervión, Macarena o Bami la gran cantidad de lineas de autobuses, metro o cercanias que transitan por estas zonas no son un motivo para desplazarse a su lugar de trabajo en estos medios de transporte.

Hay que reconocer que Sevilla necesita la red completa de metro y en bonobus único que potencie la intermodalidad con abonos mensuales. Pero no son escusas para ser conscientes de que en la ciudad del siglo XXI el coche pierde terreno a favor del peatón y de los transporte colectivos. Las ciudades de hoy deben de tener un casco histórico libre de tráfico y sufrir menos contaminación, que en el caso de la nuestra, afecta de gran manera en los meses mas secos. Los sevillanos han de cambiar el chip respecto estos temas. Tristemente medidas represivas contra el vehículo privado como el plan centro o la zona azul gozan de una gran impopularidad aprovechada por los partidos políticos. 

Sevilla no puede permitirse dar un paso adelante y dos hacia atrás en las políticas de movilidad cuando los cambios de gobiernos se producen. Por que la zona azul será derogada en caso de que el sillón de la alcaldía cambie de dueño igual que pasó con el plan centro. Pero el nuevo inquilino de la casa consistorial aplicará otra medida impopular hacia el vehículo privado debido a que la ciudad necesita adaptarse al presente siglo. Ya es hora de aceptar que todo cambia y disfrutar del nuestra ciudad mientras la paseamos, montamos en bici o vamos en transporte público, porque el estrés del automóvil no nos llevará a buen puerto.

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