viernes, 10 de julio de 2015

Un nuevo Plan Centro en Sevilla

Pasado un mes de la investidura del nuevo alcalde de la ciudad, Juan Espadas, empiezan a salir noticias sobre sus primeras medidas en lo que a movilidad se refiere. El nuevo ayuntamiento parece tener muy claro por donde empezar a trazar un nuevo plan de movilidad que afecte a toda la ciudad. Desde el centro a los barrios. Un nuevo Plan Centro, menos restrictivo que el diseñado en tiempos de Monteseirín y tomando como ejemplo la apuesta por el transporte público de Zoido, donde Tussam tiene que suplir la carencia de una red de metro. Se espera que dicha medida esté a finales de Julio.

La fisonomía urbana del casco histórico de nuestra ciudad no soporta una ingesta de vehículos privados hasta las proximidades del destino de sus propietarios. Un nuevo modelo de movilidad urbana ha de ser diseñado en la ciudad. Donde el peatón ha de tener la prioridad entre tanto velador y coche mal aparcado y la red de carril bici, que tantos elogios recibe por todo el mundo, cumplir con su asignatura pendiente dentro de los muros de la ciudad. Las restricciones al vehículo privado ayudarían a itinerarios ciclistas mas seguro en calles con velocidad máxima de 30 km/h, y se podría volver a replantear nuevas calles peatonales repitiendo el éxito de San Jacinto o Asunción.

Siempre esta medida ha de venir con un nuevo plan de Tussam en el centro con mas lineas y mejores conexiones con los barrios periféricos. La red de transporte público debe de ajustarse a las nuevas necesidades urbanas y de los ciudadanos, las cuales algunas ya propusimos en post anteriores.

Para los catastrofistas sobre todas las medidas que invitan a dejar el coche en casa, zona azul o plan centro, les invito a cambiar de hábitos en sus vidas si quieren vivir en ciudades mas humanas y habitables. Dudo que el comercio se vaya a ir a pique por estas acciones, si uno quiere ir a un lugar de su interés va como fuese necesario. Porque mas inaccesible que es el centro en Navidad o en Semana Santa es imposible, y en esas épocas no cabe ni un alfiler en sus calles.


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